Celebrando Wera Meyer-Waldeck
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16 December, 2024
Wera Meyer-Waldeck (WM-W) (Dresden 1906 – Bonn 1964) estudió desde 1927 hasta 1932 con los tres directores de la Bauhaus y de todos se llevó enseñanzas que más tarde aplicaría en su vida profesional. Sus trabajos fin de carrera consistieron en proyectar una escuela infantil y un colegio de ocho aulas, insertos dentro de la Siedlung Junkers, planificada también por ella, la alumna Hilde Reiss y con otros compañeros de la clase del arquitecto Hilberseimer.
Para WM-W la carpintería fue una parte muy importante de su formación. Fue su primer taller (tischlerei) cuando ingresó en la Bauhaus y obtuvo en 1931 el certificado profesional firmado por el gremio de carpinteros de Dessau. Solo un año después, saldría de la escuela con el diploma de arquitecta. Cabe reseñar su galardón en un concurso de mobiliario en 1948 y su “taburete mágico” (Wunderhocker) de 1949, premiado por el comité de trabajo al buen juguete con el sello spiel gut.
WM-W permaneció en Alemania durante los oscuros años del nacionalsocialismo trabajando en diversas empresas estatales (aviones, carreteras, trenes, minas) y en 1946 se desplazó a su ciudad natal para enseñar en la Hochschule für Werkkunst. Antes de la separación alemana, Meyer-Waldek abandonó Dresden para ejercer en Bonn como profesional independiente. Ya no volvió a trabajar como asalariada para ninguna otra empresa ni institución.
WM-W participó en Köln en la primera exposición de la Deutschen Werkbund después de la guerra, en 1949. Ese mismo año inició su colaboración con el arquitecto Hans Schwippert donde fue la encargada del interiorismo de los edificios para el nuevo gobierno alemán. Al año siguiente, ella fue comisaria de la exposición So…wohnen, como máxima responsable de la Comisión de Vivienda y Alojamiento (Wohnung und Siedlung), perteneciente a la Liga de Mujeres Alemanas (DeutschenFrauenring). La implicación de WM-W en organizaciones femeninas (Frauenring, Soroptimist) denota la búsqueda de hermanamiento y prueba de ello son sus numerosos encuentros con arquitectas y mujeres profesionales. La participación en la delegación alemana del Día Internacional de la Mujer celebrado en Finlandia en 1954, le permitió exponer al Consejo Internacional de Mujeres (ICW) la situación de la construcción en Alemania. Volvería de nuevo como representante del ICW a Estambul en 1960. En su viaje a Estados Unidos en 1953, pudo contactar con la urbanista Catherine Bauer y la ingeniera María Telkes.
WM-W y la arquitecta Hilde Weström fueron invitadas a participar en la muestra die Stadt von morgen (la ciudad del mañana) dentro de la exposición de la construcción Interbau Berlin en 1957. Las soluciones habitacionales propuestas por WM-W aún hoy siguen siendo vigentes. Su labor, junto con Weström, como mediadoras entre la ciudadanía y los arquitectos a través de sus mesas informativas, también es una demanda muy actual. Su última participación en exposiciones fue dentro del pabellón alemán para la Exposición Universal de Bruselas en 1958. Su vitrina curva mostraba los objetos de forma transparente y limpia, en total consonancia con la arquitectura del pabellón.
La muerte de WM-W impidió ejecutar uno de sus mayores proyectos: una residencia femenina para estudiantes que irían conduciendo su propio coche. Fue una figura reconocida entre estudiantes y maestros de la Bauhaus, actuando de aglutinante de encuentros entre ellos una vez acabada la guerra. Incluso, participó como protagonista desde Alemania en el regalo conjunto de la comunidad Bauhaus europea para el 70 cumpleaños de Walter Gropius. Sin embargo, cuando se conmemoró el 50 aniversario de la Bauhaus, que empezó cuatro años después de su muerte, en 1668 (Suttgart) y acabó en 1971 (Tokio), en ninguna muestra ni catálogo aparece el nombre de Wera Meyer-Waldeck entre los nombres de sus colegas y compañeros de escuela que sí aparecen.